Por RedMadre.
Desde que se despenalizó el aborto en España, hace más de 20 años, ya son más de un millón de abortos los que se han practicado, más de un millón de niños a los que no han dejado nacer y más de un millón de madres y padres “muertos en vida”, tras tomar esa terrible decisión.
Una decisión que, en la mayoría de las ocasiones, no se toma en libertad, ni de forma voluntaria. No se toma en libertad, porque a la mujer que se enfrenta a un embarazo imprevisto, cuando se le plantea abortar como si fuera la “única solución”, no se le facilita la información veraz y completa que precisa para decidir. No se le habla de la forma en la que se le va a practicar el aborto (método de succión, envenenamiento salino, dilatación y curetaje, etc.), lo que supone para ella y para el hijo que espera; tampoco se le informa de las consecuencias, tanto físicas como psicológicas que ese aborto le va a ocasionar (síndrome post-aborto); no le cuentan las alternativas que tiene a su disposición (acogida, adopción) ni las ayudas que existen y que puede solicitar para llevar a término su embarazo y criar posteriormente a su hijo (pisos de acogida, entrega de enseres, ropa de bebé, leche maternizada, papilla, búsqueda de empleo, ayuda legal, etc.).
No interesa que la mujer sepa todo esto, por si cambia de opinión y decide ser madre, porque entonces el aborto dejaría de ser el negocio tan lucrativo que ahora es. A los que se enriquecen con la muerte de inocentes y con el sufrimiento de miles de mujeres que no han llegado a ser madres, les importa muy poco lo que necesite la embarazada, o si acude de forma voluntaria y libre o no, y menos aún lo que le pasa después de salir de esos centros.
Pero es que, además, esa terrible decisión no la toma la mujer de forma voluntaria, sino obligada por multitud de factores. En primer lugar, por la falta de valoración social de la maternidad, puesto que se considera una carga, una enfermedad, algo a lo que la mujer debe renunciar para lograr éxitos profesionales, reconocimiento social, igualdad con el hombre… En segundo lugar, la presión laboral que no acepta a la trabajadora madre ni a la embarazada, castigándola con el despido; o la presión de la pareja que, en la mayoría de los casos amenaza con: “o abortas o te dejo”; o la presión de los padres que, en pleno siglo XXI, consideran una vergüenza social que la hija adolescente esté embarazada, y la llevan a la fuerza a abortar…
Según la ley que despenaliza el aborto en España, el supuesto de grave riesgo para la salud física o psíquica de la madre se ha convertido en el gran coladero, por el que se practican más del 97% de los abortos “legales”. Así mismo, se está demostrando el absoluto fraude de ley que se está cometiendo con este supuesto legal, pero es que, nadie lo duda, la realidad nos demuestra que ninguna mujer que haya sido madre está recibiendo tratamiento psiquiátrico por ello, pero, cada vez más se constata el gran número de mujeres que, tras haber abortado, están demandando ayuda psiquiátrica para poder superar ese trauma.
Desde la Fundación Red Madre, conocemos bien esta realidad, y nuestra labor fundamental se basa en apoyar a la mujer embarazada, sea cual sea su situación personal, familiar, laboral o social, para que sea capaz de tomar la decisión que hará de ella una mujer feliz y realizada por el resto de su vida: ser madre. Ayudando a la mujer embarazada salvamos dos vidas, la del hijo por nacer y la de la madre.
Por la madres, y POR LOS NIÑOS:
ResponderEliminarEl Milagro de Conín
www.iae.edu.ar/iaehoy/IAEtv/videos/Paginas/albino.aspx