Doy a conocer una interesante aportación de una persona que sigue este blog. ¡Os animo a seguir colaborando!
Verdaderamente reveladoras y, quién lo diría, hasta de rabiosa actualidad, estas palabras escritas por Unamuno hace 70 años.
Adquieren más valor por venir de una persona que siempre de manifestó agnóstico, pero esto no le impedía ser respetuoso con el creyente:
«La presencia del Crucifijo en las escuelas no ofende a ningún sentimiento, ni aun al de los racionalistas y ateos; quitarlo, ofende al sentimiento popular, hasta el de los que carecen de creencias confesionales.
«La presencia del Crucifijo en las escuelas no ofende a ningún sentimiento, ni aun al de los racionalistas y ateos; quitarlo, ofende al sentimiento popular, hasta el de los que carecen de creencias confesionales.
¿Qué se va a poner donde estaba el tradicional Cristo agonizante? ¿Una hoz y un martillo? ¿Un compás y una escuadra? O ¿qué otro emblema confesional? Porque hay que decirlo claro, y de ello tendremos que ocuparnos: la campaña es de origen confesional. Claro que de confesión anticatólica y anticristiana. Porque lo de la neutralidad es una engañifa».
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