¿Cómo la vivieron los contemporáneos de Cristo?
a) Unos vivieron aquellos acontecimientos como una distracción. Habían ido a Jerusalén a hacer sus compras, sus negocios o de visita al templo, y les sorprendieron los acontecimientos del Nazareno. Lo vivieron como un entretenimiento. Muchos vivirán la Semana Santa como una ocasión de turismo, de evasión… como espectáculo.
b) Otros vivieron aquellos momentos causando dolor a Cristo: los Apóstoles que le abandonan, Judas que lo traiciona, el sanedrín, Pilatos, los soldados, la chusma que se burla de El, Herodes, Anás, Caifás… Muchos vivirán la Semana Santa sin dejar de sembrar el mal: los que siguen sin perdonar, los que se aprovechan de los demás, los que siguen corrompiendo a la gente… volviendo a causar dolor a Cristo en los demás.
c) Otros intentaron acompañar a Cristo hasta el final. Juan, el discípulo fiel, María y las mujeres que van con ella… No quisieron dejarlo solo. Buscaban sintonizar con lo que El estaba viviendo por dentro. No era sólo un acompañamiento externo…; por dentro intentaban tener los mismos sentimientos de Cristo.
¿Qué hacer en esta Semana Santa?
1. Participar de los Oficios Sagrados. La Pasión la podemos volver a vivir sacramentalmente en la liturgia. Jueves Santo, Viernes Santo y Vigilia Pascual. La Semana Santa empieza dentro de nuestras iglesias… porque quiere nacer dentro de nosotros acogiendo en nuestra alma la gracia de la Redención.
2. Contemplación orante de las procesiones: es la Pasión hecha imagen, y a través de la imagen tocar el misterio. Las procesiones nacen como consecuencia de una fe, de un encuentro personal con el Señor que quiere ser pregonado, anunciado, vivido públicamente…. Las procesiones son la gran manifestación pública de nuestra vivencia de la Pascua del Señor… Nacen, como el canto de los ángeles la noche de Navidad, para que la gente sencilla descubra la belleza de la Redención que Cristo nos obtiene por su Muerte y Resurrección.
3. Acercarnos al Sacramento de la Penitencia para poder vivir bien la Pascua del Señor. Hasta que no experimentemos el Perdón de Dios… no nos daremos cuenta verdaderamente de lo que significa la Muerte de Cristo en Cruz y su Resurrección.
4. Tener ojos para ver al Cristo sufriente que está cerca: enfermos, impedidos, personas que están solas.
5. Es el momento de reconciliarnos con los demás… Si no abrimos la puerta de la reconciliación, del perdón… la Sangre de Cristo todavía no nos ha lavado los pecados… y no ha llegado su gracias hasta nosotros, la gracia de su Muerte y Resurrección. Derribemos, con la fuerza de la Redención de Cristo, los muros que nos separan… Cristo muere y resucita para unirnos en una familia, la familia de los hijos de Dios.